Generacion Profetica.: 07/12/09

Libro Perla de Adoracion

Medida de adoración

En nuestro mundo de errores, presiones y traumas, nuestro único lugar de seguridad esta en la presencia viva de Dios.

Al final de la era habrá 2 tipos de cristianos los que le adoran: en el lugar santísimo y los que le están fuera del lugar de intimidad, que reciben hasta cierto punto, la influencia de las naciones. Apocalipsis: 11:1.2 dice: me fue dada una caña de medir semejante a una vara, y alguien dijo: levántate y mide el templo de de Dios y el altar, y a los que en el adoran. Pero excluye el patio que esta fuera del templo, no lo midas, por que ha sido entregado a las naciones.

Sea cual fuere el significado de este versículo, nos indica ahora que el Espíritu de Dios esta midiendo a los adoradores, a los individuos cuyo tesoro esta en el cielo, que moran en el lugar santísimo del templo de Dios. Amados, los que adoran a Dios moran en el lugar medido y protegido.

Consideramos lo siguiente: en nuestro mundo de errores, presiones y traumas, nuestro único lugar de seguridad esta en la presencia viva de

Dios. No debemos aceptar una religión acerca de Dios en lugar de la presencia de Dios si verdaderamente moramos en la presencia de divina, tal vez lleguemos ahí por una cosa más que todas las demás: el convertirnos en verdaderos adoradores de Dios.

La verdadera adoración:

Jesús enseño que los “verdaderos adoradores” son los que adoran

“al padre en espiritu y en verdad “(Juan 4:23).

En otras palabras, su adoración a Dios fluye de tu corazón sin limitaciones por circunstancias externas difíciles. La adoración en “espiritu y en verdad” es la adoración genuina. De hecho, ahora mismo, el padre busca sobre el planeta tierra a estas personas, para que sean “SUS ADORADORES”

(Juan 4:23-24). Consideramos cuidadosamente la privacidad de Dios. El no solo desea que seamos obradores de milagros, ni grandes apóstoles y profetas. Desea más nosotros que la cultivación de buenos dotes de liderazgo o cualidades administrativas.

¿Qué busca El? Desea que nos hagamos sus adoradores, en espiritu y en verdad.

La adoración genuina hace que nos convirtamos en verdaderos cristianos.

Si nos concentramos en hacer nuestra que nuestra adoración sea verdadera, nuestro estudio de la Biblia, nuestra oración y nuestro servicio extendido a Dios – sea el que fuere- también lo serán. En efecto un corazón de adoración inunda todas las demás disciplinas espirituales con legitimidad y sustancia.

Si nos inclinamos para adorar antes de estudiar LA PALABRA de Dios esta se sumergirá en las profundidades de nuestra alma, nuestro fruto será más dulce y duradero si antes de abrir la boca en oración honramos a Dios en la adoración, nuestra intercesión ascenderá hacia el cielo con alas de verdadera confianza y fe expectante.

La adoración rescata nuestros esfuerzos espirituales de la rutina, la religiosidad, el orgullo y la culpabilidad, haciendo que dejemos totalmente de pensar en nosotros mismos y nos sumerjamos en la abrumadora vida de Dios.

Todos hemos oído enseñanzas acerca de que Dios desea tener una relación con nosotros, lo cual es verdad. Mas pudiera parecer que su relación con nosotros es totalmente complaciente, de naturaleza casual y en su mayor parte definida según nuestras condiciones.

Es cierto que Dios desea que nuestra unión con EL sea maravillosa, pero su descenso a nuestras vidas, su compromiso a redimir y restaurarnos tiene un propósito principal: que podamos ascender a una relación definida según sus términos.

La realidad de su precensia nos transforma en adoradores

La consecuencia de poseer tal relación con Dios con Dios es la realidad de su presencia nos transforma en verdaderos adoradores.

En efecto, la adoración es la evidencia de una vida transformada. La adoración puede expresar con lágrimas de gozo o con silencioso asombro. Puede crear una permanente gratitud hacia Dios o inspirar canciones nocturnas. Sea cual fuere su expresión, la adoración que el padre busca es absolutamente significativa. Hace que todo nuestro ser se vuelva hacia Dios en amor.

Si la idea de “adorar” parece en cambio algo extraño, si parece mecánico o las palabras expresadas se sienten vacías-y no sagradas-, es porque el alma del individuo todavía no ha sido transformada. Cuanto mas nos acercamos a Dios, mayor es nuestra transformación y mas completamente respondemos en adoración. Y es que la verdadera adoración nos profundiza y madura al seguir caminando con Dios y al revelarse ante nosotros su gloria.

Recordemos el testimonio del anciano apóstol Juan, quien tenia mas de 90 años cuando escribió: “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros” (1juan 4:16). Notemos esta frase: “hemos conocido”.

Generacion Profetica.

domingo, 12 de julio de 2009

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